domingo, 17 de marzo de 2013

Lectura : Ni el vuelo de una mosca.

Ni el vuelo de una mosca

Por ARMANDO FUENTES AGUIRRE
Cd de México.-El conferenciante leía su desertacion. Un publico atento seguía sus palabras; no se escuchaba ni el vuelo de una mosca.

En eso una mosca entro volando en el recinto. El conferencista oyó su vuelo y detuvo la lectura. La gente, molesta, empezó a perseguir a la mosca por el salón  En un acto así no se debía oír ni el ruido de una mosca. Con periódicos los señores, las señoras con abanicos y pañuelos, todos corrían tras la mosca para darle caza. Se formo tal barahúnda que ya no fue posible oír ni siquiera el vuelo de una mosca.
Al fin la mosca salio por una ventana abierta, y ya no se oyó ni el vuelo de una mosca. Pero no pudo seguir el orador: había perdido la concentración  Todos atribuyeron eso al vuelo de la mosca, pero la verdad es que su desconcierto lo origino la barahúnda  En el salón ya no se oyó ni el vuelo de una mosca, pero tampoco la voz del conferencista se pudo escuchar ya.
De sencilla historia saco una conclusión  no debemos interrumpir nuestro trabajo ni aunque se escuche el vuelo de una mosca.






Fuente:
Tomado del libro Un Camino Hacia La Excelencia. Autor Gabriel Rincón Sanchez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario